Ya había pasado un tiempo, ya estaba superándote, o al menos eso intentaba aparentar.
Ya no estaba tan pendiente de si ibas, de si venías, de si subías o si bajabas.
Ya no ponía malas caras, cuando de la mano con otras, por delante me pasabas.
Estaba aprendiendo a fingir que de a poquito te olvidaba, a mentir diciendo que ya no me importabas.
Pero volviste a aparecer, como una sombra, y ese mundo que había creado sin vos, se derrumbó.
Volviste con tu risa, tus abrazos, esos besos que me vuelven loca, con esa sensación que me hacés
sentir cuando me miras, y esas palabras que retumban una y otra vez en mi cabeza.
"Te quiero"; "Me importas"; "Sos hermosa"; "Gracias por todo"; y claro, la muy inocente vuelve a ilusionarse.
Pero... siempre, hay un pero. Y claro, no todo puede ser color de rosas.
Así como apareciste en ese momento, te esfumaste nuevamente. Así, sin nada que decir,
olvidando todo lo que esa noche me dijiste, y habías prometido no olvidar.
Ahora me pregunto
¿ Para qué volviste?
Ya mis caras me salían casi perfectas para aparentar que no me importabas.
De mi boca ya no salían muestras de dolor cuando algo me lastimaba, y también
practicaba para no mirarte como una tonta enamorada.
¿ Para que volviste? ¿ Para volver a desaparecer como siempre lo hacés?
¿ Y por que justo ahora?
Justo ahora que estaba soportando no tenerte.
Que me hacía la idea de que te habías ido para siempre.
Que jamás volverías, que no iba nuevamente a ilusionarme.
Que intentaba conocer otra gente.
Justo ahora que pretendía alejarme de vos, superarte,
ignorarte, pero sin dejar dejar de quererte, porque nunca voy a poder no sentir
un poco de cariño por vos.
Me enseñaste muchas cosas, y con vos, sigo aprendiendo muchas cosas,
y de eso siempre voy a estar agradecida.
No puedo ni quiero sin vos, pero debo.
¿ Volviste para comprobar si todavía me tenías? ¿O simplemente fue una confusión tuya?
Tal vez fue por impulso. O tal vez fue una ilusión.
Quizás simplemente querías hacerlo porque de verdad te importo,
aunque ahora me demuestres lo contrario... No sé.
¿Pero sabés que? SI, me seguís teniendo, siempre me vas a tener.
Y ese es uno de mis defectos, tenerte en frente, mirarte a los ojos,
y no poderte decir BASTA, NO QUIERO MÁS, ME HACE MAL, ME DOLÉS.
Porque la paso genial con vos, me río, me siento acompañada, amo tus besos,
y tus abrazos ni te cuento, me hacen sentir tan tuya. Me gusta cuando me agarras
de la mano y vamos caminando, como si nadie nos fuera a separar.
Pero al otro día, todo esto que en ese momento me hacía felíz y me sacaba miles de sonrisas,
es el factor por el cual estoy triste.
Porque en ese momento, pienso cuando ibamos de la mano y nos mirabamos, como si
en el mundo fueramos solo nosotros dos, y me doy cuenta cuanto me confundí al creer que
nada nos separaría. Nos separa una inmensa ola de cosas. El tiempo por ejemplo, tus tiempos no
son los mismo que los míos, para nada. Y mis tiempos tampoco son los mismo que el de todas las
chicas que te rodean. El amor, y el desamor. Nos separan, el encuentro y el desencuentro. El si, y el no.
El compromiso y el no compromiso. Entre infinidades de otras cosas...
Siento que sólo nos unen esas noches, donde tu única opción soy YO.
Cuando se " te junta el ganado" como dicen ahora, nunca me elegís. Jamás.
¿Porqué? ¿Son más lindas? ¿Te demuestran más cariño? ¿No me querés tanto como a ellas?
Tantas preguntas se me cruzan por la cabeza.
Pero no importa que no me elijas, (mentira, si me importa, y me afecta mucho), en algún momento
te voy a tener conmigo, y voy a poder ilusionarme. Porque esas pocas horas que puedo pasar con vos,
bastan para sanar toda la depresión que siento cuando estás lejos de mí.
¿Sabés lo que más me duele de todo esto?
Saber que no te puedo decir Adiós completamente. No permitirme concoer a otras personas,
por creer que algún día vas a volver, y en vez de esfumarte, te vas a quedar ahí, conmigo.
Cuidandome, diciendome ya está, ya pasó, esta vez no me voy a ir.
Me duele ignorar los consejos de mis amigas, me duele que me digan que no sos para mí.
Quizás la que no es para vos, soy yo.
Pero tengo una certeza, que desde que volviste, me cambiaste, como cuando te conocí,
o cuando volviste a aparecer por primera vez. Porque muchas veces te vas y apareces.
Y yo estoy, siempre voy a estar.
Esa noche, pudiste hacer que mi vida, diera un giro de 180º, como ahora,
que convertiste mi tranquilidad en ansiedad.
Mi alegría, en tristeza. Y viceversa (por algunos instantes)
Desde que apareciste de nuevo, que sé que te quiero y que, al fin y al cabo, nunca te olvidé.
Sólo sé que ahora, quiero ir a buscarte y no puedo.
Sólo sé que al final, quiero olvidarte y no tengo el valor para empezar a hacerlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario