
No hay nada más relajante que sentarse a mirar el mar, ver que no tiene final, es como la vida, nunca sabés cuando va a terminar, con que te podés encontrar en su transcurso, no sabés si es bueno o malo lo que va a venir. Pero a pesar de eso, mirás como corre el agua, y tus años corren , ves como se enfuresen las olas y son tus problemas, y dejás que se los lleven, dejás que el mar se lleve todo aquello que no es bueno, lo que te aflije, te preocupa, molesta, todo lo que querés sacar, ahí está el mar, para dejarte limpio. Te deja puro, para que el agua siga corriendo, pero más lentamente y tus años pasen, pero con alegrías enormes.
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