Odio que tú no me veas a los
ojos cuando yo mas necesito
una mirada tuya. Odio que me
quites el sueño, el hambre y que me
dejes morir de frió al no abrazarme.
Odio no poder dormir esta noche
por estar pensando en ti. Pero ya
estoy acostumbrada, y al parecer,
hoy como todas las noches desde
que te conocí, pensare en ti hasta
que mis ojos se cansen de ver la fría
oscuridad, y caigan vencidos hasta
el día siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario